Lejanía de un soneto

¡Oh doliente costumbre de estar vivo!
A.P. de L.

Dejadme con el rostro en la ventana,
con una mano aquí y otra en la fuente,
con el ayer que tórnase presente
y con el hoy que ha de surgir mañana.

Dejadme sin espera meridiana
en actitud nostálgica de ausente,
con una muerte aquí y otra en la frente,
con esta luz ya próxima y lejana.

Dejadme estar así, no de otro modo:
todo vuelve hacia mí que pierdo todo,
¡oh doliente costumbre de estar vivo!

Que si en llamas y estrellas me adelanto,
sólo guardo la síntesis del llanto
para un tiempo distante y pensativo.

 

 

en Tentativa en la Luz
Roberto Themis Speroni