Nada más


¿Dónde se hizo esta
luz
velada?

El chingolo canta.
Este canto en la luz
como desde el seno
tímido de la luz.
Y las orillas
florecidas,
las orillas
amarillas,
las orillas temblando
en la sensitiva
mirada del río?
Demasiado, demasiado.
Sólo la soledad
apenas
dorada,
con este canto

Juan Laurentino Ortiz

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