Radar en la tormenta



Y alguna vez, no siempre, guiado por el radar
el poema aterriza en la pista, a ciegas,
(entre relámpagos)
carretea bajo la lluvia, y al detener las turbinas, descienden
de él, pasajeros aliviados de la muerte: las palabras.



Alfredo Veiravé

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