Ducha cartaginesa


 Primero lavé mi cuerpo...
con el runrún de unos grillos extraviados en la fulgurante noche
Luego lavé mi cuerpo
con el secreto de los árboles
Y lo lavé
con la cadencia de una mañana que creía olvidada

Lavé mi cuerpo
con la audacia de un relámpago atronador
Con un ladrillo lo lavé
Con una canción oxidada
Lavé mi cuerpo con una mujer violeta

Y por mas que lavé y lavé mi cuerpo
el trompo negro del corazón de mi tristeza
no se ha disipado

él brilla entre las uvas del sol.

Hugo Toscadaray

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